Santa Cruz de Tenefife, 1968
Siempre tuvo inquietudes artísticas, aunque no siempre las desarrolló de forma consciente, hasta que descubrió que su mente creaba y su alma vibraba diferente con la poesía de Benedetti, Neruda, Cortázar o Alejandra Pizarnik, entre otros.
En 2015 comienza a frecuentar círculos poéticos y, tras participar en recitales y tertulias literarias, en 2021 decide escribir, movida por una necesidad vital de enterrar los demonios del miedo y salir del asfixiante círculo que le impide volver a ser ella. Nada mejor que la lírica para expresar lo que sucede en su mundo interior, al que nos asomaremos en esta obra de gran colorido, con objeto de alcanzar una mayor libertad y gozar de nuevo contemplando el vuelo de las mariposas.